Poemas Homéricos
Durante mucho tiempo se consideró los poemas como mera fantasía aunque no faltaron visionarios que entrevieron una realidad histórica entre esos versos.
Hacia 1870 un rico autodidacta alemán apasionado por Homero llamado Hernrich Schliemann descubrió en las faldas de la colina de Hissarlik, guiado por ciertos indicios, los restos no de una sino de nueve ciudades de Troya que habían sido construidas la una sobre las ruinas de las anteriores. Aunque el descubridor pretendió que la ciudad homérica era Troya II hoy se sabe que la ciudad de Príamo es Troya VII correspondiente al período de Bronce final.
Aunque positivamente sabemos, al margen de la cuestión homérica, que los poemas se compusieron hacia el s. VIII a.n.e. también conocemos que los hechos relatados por Homero corresponden a una época muy anterior a él, la llamada Edad Heroica, hacia el medio y final de las invasiones del segundo Milenio y es allí donde radica su valor histórico pues son fuentes "documentales" de esa lejana época, estas fuentes se han visto corroboradas luego por nuevos descubrimientos y otras disciplinas como la lingüística que al parecer ha permitido el descubrimiento de una iliada primitiva en lengua hitita; la discusión sin embargo permanece abierta y seguramente aportara nuevos y valiosos resultados. Hasta aquí lo formal, pero lo verdaderamente interesante es lo que permiten observar y analizar estos descubrimientos.
En la epoca descrita por Homero asistimos al florecimiento de una sociedad esclavista en plena expansión comercial, la civilización micénica, cuyos intereses chocan con los de Troya que dominaba parte del Mediterraneo oriental y el acceso al Mar Negro, y que obtenían pingues ganancias de su posición privilegiada. Es por ello que los poemas muestran dos civilizaciones cuya contradicción se topa antagónica y no puede resolverse sino con la desaparición de una de ellas aunque sea mucho el tiempo y los gastos que semejante empresa demande y de otro lado nos muestran el peregrinar de la civilización triunfante para recuperar su posición hegemónica (Odiseo) en la crisis (aventuras) post – bélicas y la anarquía (pretendientes) en la lucha por hacerse del poder (Penélope).
El prestigioso arqueólogo Fraz Stehphan ha recontruido lo que sería una visión mas o menos fidedigna de la Guerra de Troya: los troyanos privados en parte de su capacidad defensiva por algún desastre natural sufre el ataque de una expedición de guerreros de élite que se apoderan de la ciudad. ¿Y que pinta aquí el caballo? Tra el se escondería un caballo de mar, una embarcación mercante que entre al puerto troyano legalmente, pero que esconde a los guerreros.
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