La Divina Comedia
Obra inmortal del poeta florentino DANTE ALIGHIERI que ostenta una gran riqueza lírica, creada entre 1307 a 1321 y que condensa, en forma maravillosa, toda la sabiduría de la Edad Media a través del cual el autor nos relata: A mitad del camino de la vida, Dante se pierde en la selva oscura y cuando van a devorarlo una pantera, un león y una loba, se le aparece la sombra del poeta romano Virgilio que se ofrece a guiarlo. Lo conduce ante la puerta del infierno, donde se inicia su largo recorrido por cada uno de los parajes del siniestro lugar hasta salir por un escape subterráneo hacia la luz de las estrellas, en la isla donde se levanta el purgatorio. Lentamente los poetas ascienden por los siete círculos, contemplando y meditando sobre el espectáculo siempre lleno de novedad y grandeza que presencian. En la cumbre de la montaña está el paraíso. Allí lo abandona Virgilio y recibe Dante a Beatriz que desciende del cielo. Dante guiado por su dama, recorre el Paraíso celeste y finalmente, obtiene la visión suprema, la de Dios, en forma de una alta, serena y penetrante luz de tres haces que reflejaban la perfecta Trinidad
Partes de La Divina Comedia
I. EL INFIERNO: Consta de 34 cantos, de los cuales el primero sirve de introducción. Está dividido en diez partes: Selva oscura y 9 círculos.
II. EL PURGATORIO: Comprende 33 cantos y está dividido en diez partes: Campiña, playa, 7 cornisas y Paraíso terrenal.
III. EL PARAÍSO: Abarca 33 cantos y está dividido en diez partes: 9 cielos móviles y uno inmóvil.
SIMBOLOGÍA: Para comprender la “Comedia” podemos valernos de los cuatro sentidos que el mismo Dante señala en su libro “Convivio”: el literal, el alegórico, el moral, el anagógico.
Literalmente, es el viaje que hace el poeta por Infierno, Purgatorio y Paraíso, donde puede observar la fealdad del mal y el poder del bien. Una vez purificado, puede acercarse a Dios, ser comprendido y salvarse.
Alegóricamente, es la vicisitud del alma humana que, extraviada, se salva con ayuda de la razón (Virgilio) y de la gracia (Beatriz).
Moralmente, enseña qué fácil es perderse en el pecado (la selva), qué difícil es salir de él por el peso de las pasiones (las fieras) y cuán necesaria es la ayuda del propio esfuerzo (Virgilio) o del divino (Beatriz).
Anagógicamente, muestra las difíciles condiciones de la vida y señala la necesidad, que tenemos de recibir ayuda de Dios y de la Iglesia.
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