Masa
De "España Aparta de mí este Cáliz"
(César Vallejo)
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras: Te amo tanto!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil quinientos mil,
Clamando "Tanto amor, y no poder hacer nada contra la muerte¡"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "Quédate, hermano!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon, les vio el cadáver triste, emocionado
incorporóse lentamente,
abrazo al primer hombre, echóse a andar.
(César Vallejo)
Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente, vino hacia él un hombre
y le dijo: "No mueras: Te amo tanto!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo.
Se le acercaron dos y repitiéronle:
"¡No nos dejes! ¡Valor! ¡Vuelve a la vida!
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Acudieron a él veinte, cien, mil quinientos mil,
Clamando "Tanto amor, y no poder hacer nada contra la muerte¡"
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.
Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: "Quédate, hermano!"
Pero el cadáver, ¡ay! siguió muriendo.
Entonces todos los hombres de la tierra
le rodearon, les vio el cadáver triste, emocionado
incorporóse lentamente,
abrazo al primer hombre, echóse a andar.
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