La Generación del 98
Hacia la segunda mitad del siglo XIX, España se encontraba en un estado de efervescencia política, económica y social. Luego de la independencia de las grandes colonias americanas Río de la Plata (1816), Chile (1818), Perú (1821), México (1821), así como Venezuela y Colombia, el gran imperio de Carlos V y Felipe II se sumía en un profundo desánimo espiritual, a esto se suman las luchas internas entre absolutistas y conservadores por la sucesión al trono de Fernando VII: Guerras Carlistas, sucedidas en tres momentos (1830 - 1840) (1846 - 1849) (1872 - 1876).
Ya para entonces en 1868, Cuba iniciaba su revolución armada, en cuya última fase interviene el ejército estadounidense. Estas guerras concluyeron el diez de diciembre de 1898 con la firma del Tratado de París entre EE.UU. y España, por el que ésta cedió a aquél Cuba, Filipinas, puerto Rico y Guanín. Fue el fatídico "Año del desastre nacional".
España experimenta la decadencia total no sólo en política, sino también en lo social, económico, moral y espiritual; se analiza la crisis, conturbados, inquirieron las causas de este desastre catastrófico, buscaron a los culpables y se agotaron en acusaciones y en furor impotente.
Paisaje: Eligen como símbolo de su disposición anímica vital plena de nostálgica fatiga, no la estepa del mar, sino el paisaje de Castilla, la meseta árida, sin árboles y quemada por el sol.
Características de la Generación del 98
Para conseguir la solución a varios de sus dilemas fue necesario :
Redefinir el concepto de España
España, hasta entonces tan aislada de toda Europa, abre las puertas a los grandes acontecimientos mundiales y nuevos pensamientos filosóficos, tratando de buscar un espíritu, un tono y una dignidad distintos contribuyendo a la solución de sus problemas inminentes: la educación, la pobreza, etc.
Descubrir el alma de España
"Españolizar a España" fue la consigna y buscan el alma de su patria en su tradición, en su lengua, en el fondo del pueblo, en sus grandes creaciones literarias, en el ambiente de las viejas ciudades, en el paisaje. Pero a diferencia de los románticos, que se quedaron sólo en lo pintoresco y externo, los noventayochistas van buscando su propio espíritu. Caminos a seguir:
Representantes de la Generación del 98
Miguel de Unamuno, Ángel Ganivet, José Martínez Ruiz (Azorín), Antonio Machado, Pio Baroja y Nessi, Ramón del Valle Inclán, Juan Ramón Jiménez.
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